Llegamos al cáliz de vida, a la madre de todos los corderos o en términos de posicionamiento a la variable más importante a la hora de poder posicionar una web: la experiencia de usuario.
Y es que por muchos enlaces que proyectemos hacia una web si la experiencia de usuario no es satisfactoria… ya os podemos decir que esta web no subirá ni poniendo una vela a San Martín.
Qué es la experiencia de usuario
Entendemos como experiencia de usuario el grado de satisfacción que tenga la persona que entre en la web y obtenga lo que espera y al mismo tiempo la interacción sea óptima. Una buena experiencia por tanto conllevará que el usuario encuentre o consiga lo que busca y el proceso sea eficaz (tiempo, legibilidad y forma).
¿Hasta que punto es importante el conseguir una óptima experiencia por parte del usuario?
Es lo más importante para los buscadores como Google ya que el uso de estos buscadores es precisamente ese: dar al usuario lo que está buscando de la mejor forma posible. Es por ello que Google premia las páginas web que a nivel técnico reúnen los requisitos para asegurarse que la forma de exponer el contenido sea óptimo y al mismo tiempo busca el contenido que mejor satisface al usuario.
Google trabaja constantemente en mejorar sus algoritmos de cara a poder filtrar tanto la calidad de un contenido incluso antes de que pueda verlo el usuario como una vez que el usuario visite la web pueda analizar el grado de satisfacción.
Esto es especialmente importante en temáticas donde el usuario valora mucho cómo ve el contenido y lo seguro que se siente en la web. Por ejemplo en un blog de inversiones inmobiliarias como el de Amigo Inversor, donde los usuarios descargan y consumen contenido es necesario que la experiencia sea excelente.
Cómo podemos analizar el nivel de experiencia de usuario que tiene nuestra web
Cada una de nuestras páginas y artículos de los que se compone una web debe de ir orientado a satisfacer al usuario a un tipo de necesidad: en la búsqueda de información o en la búsqueda de producto, por tanto hablaremos de satisfacción en cada una de las partes de la web, no en todo su conjunto para así precisar siempre el contenido.
La forma más directa para saber si la experiencia de una página o artículo está siendo óptima es comprobar la posición que ocupa dentro de los buscadores. Los primeros puestos están siempre ocupados por las páginas que están satisfaciendo mejor al usuario.
Esto no guarda una relación directa con mejores o peores ratios en Google Analytics puesto que una experiencia buena no está vinculada a un mejor índica de rebote, un mayor periodo de estancia o un mayor número de páginas por visita.
Para saber cómo podemos mejorar la satisfacción lo idea es tener una alta empatía con el usuario de modo que podamos darle lo que busca mejor que la competencia. Analizaremos los primeros resultados, nos informamos de qué es lo que mueve al usuario que realiza esa búsqueda, sus intenciones, qué espera encontrar y una vez analizamos buscamos la forma de darle respuesta de una forma más eficaz.
Paralelamente deberemos de contar con una optimización desde un punto de vista más técnico que nos permita acelerar la carga de la web, ubicarle la información de forma estructurada en la web y poder presentarla correctamente sea cual sea el dispositivo de conexión.
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